25 de octubre de 2023
Redacción. Atalaya Mining, operadora de la mina a cielo abierto de Riotinto, ha cerrado el tercer trimestre del año con una producción de 12.541 toneladas de cobre, una cifra menor en comparación con el trimestre anterior, que cerró en torno a las 14.200 toneladas. Mientras, la ley media ha bajado a un 0,38%, frente al 0,41% marcado en el ejercicio anterior.
A pesar de la leve reducción en la producción, la compañía destaca su escenario positivo por la estabilización en los precios de la energía en comparación con 2022, donde dichos costes eran un 60% superiores a los actuales. Atalaya Mining espera que la planta solar de 50 MW, que permitirá cubrir en torno al 22% de la demanda energética de la operación, entre en funcionamiento a final de año o principios de 2024.
La compañía, a su vez, continúa avanzando en varios proyectos mineros para asentarse como un productor de cobre relevante en Europa. En la mina de Touro, la compañía Cobre San Rafael trabaja en la depuración de aguas lixiviadas de la actividad minera histórica en la zona, con resultados muy positivos según las analíticas realizadas.
Por otro lado, y con la autorización ambiental ya aprobada el pasado marzo, el proyecto Masa Valverde continúa los trámites para obtener la luz verde en su proyecto de explotación. Paralelamente, el proyecto prosigue su campaña de sondeos para mejorar la definición de los recursos y sumar nuevos que pudieran prolongar su actividad más allá de los 14 años con los que cuenta actualmente.
También el proyecto E-LIX avanza los trámites que le permitan comenzar a operar, con un innovador proceso para producir cobre puro en Riotinto, más sostenible y con una menor huella de carbono al producir el metal a pie de mina.
Compromiso con la sostenibilidad y con los trabajadores
En línea con su compromiso con la sostenibilidad, Atalaya Mining ha culminado, en 2023, su proceso de digitalización en la facturación a proveedores, un hito que supone el ahorro de más de 15.000 hojas de papel anualmente. Gracias a esta iniciativa, que facilita y agiliza los trabajos en contabilidad y fiscalidad de la empresa, Atalaya ha dejado de consumir más de 1.2 toneladas de papel al año.
Asimismo, consciente del valor clave de su principal activo, sus trabajadores, continúa desarrollando una cultura de prevención que le ha llevado a acreditarse como empresa 'cardiosegura'. Para ello, Atalaya cuenta con cinco desfibriladores semiautomáticos (DESA) en emplazamientos estratégicos y ha formado a más de 80 personas, capacitadas por la Sociedad Española de Medicina Intensiva Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) en Soporte Vital Básico y en el manejo de los DESA. Además, continúa su plan de formación para las nuevas incorporaciones.
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