23 de abril de 2022
Ayer fue el día de la Tierra y quiero hacer mención a la mía. Minas de Riotinto.
Hecha
de historias de millones de personas moviendo la Tierra. Rasgada. Rota.
Explosiva. Nueva. Vieja. Con las manos de nuestros ancestros. Abuelos.
Padres. Hermanos. Amigos. Madres trabajadas al sol y al amparo de las
casas. Hogar de niños. Sostén nuestro. Sitio al que volver hecho de
raíces fuertes. Paisaje lunar que se rehace a cada momento como el ave
Fénix.
De olor a campo y a mineral. A la humedad del Zumajo y al verdor
de los huertos de los abuelos que nos mantienen vivos. Del corazón de la
tierra que late fuerte cada vez que vienes, cada vez que te vas. Que
trae recuerdos a olores de cocina desde niña. A dulzura. A historias
contadas al oído. A vecindad sonora. A juego de niños en la calle. A
tiempo lento. A crecer corriendo en libertad al amparo de atardeceres
inmensos hechos de fuego de luces.
A amar la vida.
Me sigue dando
fuerzas.
A por la vida.
Marta Martín Gómez.
0 comentarios :
Publicar un comentario