3 de mayo de 2017
Textura de Los Escoriales en Riotinto
Tú, que me hiciste perder los estribos la primera vez que te vi.
Tú, que cada mañana alumbras mi despertar.
Tú, que me acogiste, me arropaste sin nada pedir.
Tú, que haces palpitar mi corazón con tu mirar.
Tú, que logras me entristezca cuando de ti me alejo.
Tú, que elevas a lo más alto mis sentimientos.
Tú, que con tu belleza eres musa inspiradora de tantos artistas.
Tú, que elevas a lo más alto mis sentimientos.
Tú, que con tu belleza eres musa inspiradora de tantos artistas.
Tú, que enloqueces mi alma con tu temblor.
Tú, que acercas mi sonrisa a un mundo irreal.
Tú, que eres transmisora de tu carácter luchador.
Tú, que eres transmisora de tu carácter luchador.
Tú, que conseguiste hacerme prisionero de tus límites.
Tú, que me embriagas con tu perfume de aroma natural.
Tú, que prendiste en mí una llama, imposible de apagar.
Tú, que portas el corazón cicatrizado por tanta gente que de ti partió.
Tú, que con cada pulsación que ejecutas eternizas mi inagotable amor.
Tú, que eres titán de ilusiones evocando a cielo abierto mis recuerdos.
Tú, que pincelas tu rostro, esculpes tu cuerpo y escribes tu propia historia.
Tú, que cuando estoy a tu lado me haces sentir emociones fuertes.
Sí, a ti me dirijo, querida mía, a la tierra que me vio nacer.
A la que siempre he enaltecido y a la que siempre abanderaré.
Sí, a ti, mi adorado pueblo: Minas de Riotinto.
Tú, que cuando estoy a tu lado me haces sentir emociones fuertes.
Sí, a ti me dirijo, querida mía, a la tierra que me vio nacer.
A la que siempre he enaltecido y a la que siempre abanderaré.
Sí, a ti, mi adorado pueblo: Minas de Riotinto.
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